La política importa. Esto podría sonar a perogrullada pero no lo es. El estudio de la Política Internacional -o más específicamente, de las Relaciones Internacionales-, ha sido generalmente dejado de lado por ser considerado labor exclusiva de nuestro Servicio Diplomático, encargado de las grandes negociaciones internacionales que afectan a nuestro país. Nuestra academia no ha entendido su importancia, ya que las principales Escuelas de Negocios centran sus planes de estudio en temas de Economía, Finanzas y Gestión; los cuales, si bien son fundamentales, no cubren todo el espectro teórico necesario para formar a empresarios capaces de competir en igualdad de condiciones en el mundo globalizado.

Conocer la problemática mundial no sólo sirve como conocimiento enciclopédico para llenar crucigramas los domingos o para tener un tema de conversación ameno al final del almuerzo. El estudio de las Relaciones Internacionales tiene un componente esencialmente práctico que, además de académicos y diplomáticos, nuestros empresarios pueden hallar muy útil. Cuestiones tan alejadas –en apariencia- de nuestra realidad como la Primavera Árabe, la militarización en el sudeste asiático, la ruptura de la Comunidad Andina o las elecciones en los Estados Unidos pueden afectar -y de hecho, afectan- nuestro clima de negocios y nuestra capacidad para atraer inversiones extranjeras.

¿De qué servirá que la Minera Cerro Verde aumente sus volúmenes de producción de cobre y plata si la economía china –voraz compradora de minerales- se desacelera a causa de una ruptura radical en el gobernante Partido Comunista? ¿Podría contribuir el proyecto Majes-Siguas a fortalecer la seguridad alimentaria en la Región Andina, mejorando las relaciones diplomáticas con nuestros países vecinos? ¿Podrían los industriales arequipeños aprovechar la dependencia venezolana del petróleo para vender una mayor cantidad de productos manufacturados? ¿Qué tanta inversión podríamos atraer luego de la cumbre ASPA si estallara un conflicto a gran escala en Oriente Medio? ¿Puede beneficiar a nuestro comercio la actual presidencia peruana en la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR)?

Todas estas son preguntas que sólo pueden ser resueltas con el estudio de la Historia, la Ciencia Política y la Teoría de las Relaciones Internacionales. Será notable la ventaja comparativa que tendrán los empresarios que manejen esos conocimientos con aquellos que no los tengan; por lo que es una responsabilidad compartida tanto de las Universidades como de los medios de comunicación el educar a nuestra ciudadanía en estos temas. Una responsabilidad que se convierte en necesidad.